Ajedrez Emocional en el Colegio

Uno de los artículos que más he recordado en los últimos años, fue la experiencia que tuve en el colegio "CEIP Antonio Machado" de Marbella en el año 2019, impartiendo un curso intensivo y masivo de ajedrez, para la totalidad de clases del colegio. El esfuerzo realizado resultó titánico, pero sin duda, se convirtió en una de las experiencias más enriquecedoras de toda mi vida...

«Donde antes había folios en blanco,
ahora tenemos páginas cargadas de experiencias
que aguardan el contagio de almas inquietas» 

Del 13 al 24 de mayo, el colegio CEIP Antonio Machado de Marbella con ayuda del AMPA Concordia y en colaboración con el Club de Ajedrez Metro de Marbella, organizó en horario lectivo dos semanas de talleres de ajedrez para todos los cursos de primero a sexto de primaria, con cuatro sesiones por clase y con una duración de 45 minutos cada una, haciendo un total de 48 talleres. En una fase posterior, de cada clase se realizó una selección de alumnos que tuvieron un pase especial para jugar un torneo final, repartidos en dos categorías, por un lado los alumnos de primero a tercero y por otro los alumnos de cuarto a sexto de primaria.

El motivo principal del presente artículo, es describir las prácticas realizadas con los alumnos resaltando de todas ellas el trabajo emocional, de este modo los diferentes centros educativos podrán tener una visión más clara del trabajo que ofrece Ajedrez Metro Club y los objetivos que deseamos conseguir, al mismo tiempo, los profesores, monitores y entrenadores que se dedican a la enseñanza del ajedrez pueden contrastar ideas y mejorar todo lo expuesto con el fin de ofrecer la mayor calidad posible en sus clases, finalmente los padres y madres que aún no conocen el ajedrez pueden tener un primer contacto y recoger información de lo que nuestro deporte-ciencia puede aportar a la formación de sus hijos.

Los talleres de ajedrez son una herramienta flexible que además de enseñar el movimiento de las piezas y las partes del tablero, trabaja de forma potente la parte mental, psicológica y emocional de los alumnos, apostando de ese modo por la formación integral de la persona.

Desde la primera clase, los alumnos ofrecieron una predisposición fantástica por comenzar con las sesiones de ajedrez, todos los grupos llegaban a la primera reunión con mucha emoción, las pulsaciones disparadas como locomotoras, sobre todo los alumnos de primeros cursos y por ahí, es justo por dónde debíamos comenzar a trabajar. Sin duda, tener muchas ganas por comenzar una actividad es una buena señal pero eso no asegura que se consigan alcanzar los objetivos marcados, más bien, puede resultar un primer obstáculo al perder cierta objetividad, de igual manera ocurre con aquellos alumnos que ofrecen nula receptividad por la actividad (afortunadamente una pequeñísima minoría). El primer movimiento en consecuencia, tras las presentaciones iniciales, es calibrar al grupo y dirigirlo en bloque hacia una dirección de aprendizaje similar, que nos permita asimilar los nuevos contenidos. Para romper el hielo y tener una primera toma de contacto con los alumnos, me gusta aquella famosa pregunta de…


¿Por qué incluir el ajedrez en nuestra vida diaria?

La inmensa mayoría de cursos ofrecieron respuestas similares cargadas de intención como por ejemplo,  “el ajedrez nos ayuda a pensar, a divertirnos, para calcular mejor en matemáticas, para razonar, etc.” a continuación les ofrecí mi opinión al respecto:  “El ajedrez ayuda a trabajar con tres elementos importantes que actúan a modo de puertas, conectándonos con la parte más elevada de nuestro propio ser. La primera puerta se llama silencio, con el silencio nuestra mente y cuerpo se pueden tranquilizar preparándose para captar el mayor número de estímulos posibles tanto del exterior como de nuestro propio interior. El silencio es necesario para activar la segunda puerta conocida como atención, que constituye un potente foco selectivo que al mismo tiempo interviene en el tercer elemento llamado concentración. Con la concentración somos capaces de mantener el timón fijo y desplegar todas nuestras cualidades por conseguir nuestros propósitos, ya sea en una partida de ajedrez, en los exámenes de clase, en el deporte, etc.”

En definitiva, con el ajedrez como herramienta lúdica se aprenden valores importantes que se pueden aplicar en todas las áreas de nuestro ritmo diario, manteniendo nuestro cerebro joven y fresco, retrasando el envejecimiento cerebral y todas las enfermedades propias del paso del tiempo.

Una vez que sabemos los motivos para desear aprender a jugar al ajedrez estamos listos para lanzarnos a conocer el tablero y sus piezas. Antes de enseñar el movimiento de las piezas es prioritario comenzar por conocer el terreno de juego, el secreto para jugar las piezas con soltura se encuentra en el mismo tablero, por tanto, procedí a retirar todas las piezas del mural gigante y a continuación de nuevo más preguntas…

¿Qué tenemos delante?

Una de las ventajas de hacer buenas preguntas es que obligan a responder con buenas respuestas, un terreno que el ajedrez abona desde la primera jugada, los alumnos a la pregunta formulada respondieron  casi en bloque… ¡un tablero de ajedrez!, a este tipo de respuestas en el club le llamamos nadar en superficie (respuestas relámpago que proceden de un vistazo rápido), ahora bajemos a la profundidad del océano y respondamos de nuevo. Al aumentar la atención selectiva, los alumnos se fijaron en los detalles y comenzaron a interesarse por los cuadrados pequeños de dos tonalidades que había en el interior del mural  gigante, al mismo tiempo también resaltaron la presencia de letras y números que rodean el tablero, en definitiva, dieron luz todo aquellos elementos que estaban delante de sus ojos y desde el comienzo no le prestaron la atención necesaria (ejemplos sencillos con un fuerte calado didáctico son ideales para dirigir la atención de los alumnos).

Casilla, columna, fila y diagonal son elementos importantes del tablero de ajedrez que dan juego para una clase completa, descubrir todos los detalles de cada elemento es vital para luego aprender de una forma efectiva el movimiento de las piezas, los alumnos por su parte participaron de forma activa respondiendo a todas las preguntas que se planteaban, lo que finalmente nos llevó a conocer el movimiento de las diferentes piezas en el siguiente orden: torre, alfil, dama, rey, peón y caballo dan vida al ajedrez.

Resumiendo, en primer lugar diseñamos un idioma común (casilla, columna, fila y diagonal) para luego pasar al estudio del movimiento de las piezas, como ya imaginan al preguntar ¿cómo se juega la torre?, muchos seguían empeñados en utilizar las palabras rectas o líneas, en ese momento el “no entender” sonaba de maravilla y rápidamente algún compañero llegaba al auxilio recitando “la torre se juega por columna y fila”. Ese instante cuando todos conseguimos hablar el mismo idioma, se transforma en un momento muy especial, se crea un contagio general en el que todos desean participar y al mismo tiempo se están obligando ellos mismos, no solamente por hablar el mismo lenguaje, sino que a nivel interno todos se están alineando en una misma vibración que afecta a su cuerpo mental y emocional.

Al enseñar el  movimiento de las piezas, resulta una buena idea cargarlas de humanidad, ponerle nombres divertidos o incluso dirigirse a las piezas como si fueran gatitos o cachorros de nuestras mascotas favoritas (el límite lo marca nuestra imaginación), el resultado no se hace esperar y sobre todo los más pequeños lo pasan en grande ante lo chocante de la situación por ejemplo, con los peones resulta muy gracioso cuando se presentan como: atómico, bobby, carlitos, dinamita, español, facundo (muy famoso por sus aventuras en chess24), señor garrido (con bigote) y héroe completan una familia muy divertida de la que se pueden narrar miles de historias, si aparte hablamos de los «saltadores» como Superjaque y Supermate ya ni os cuento las risas que tuvimos.

Para finalizar la primera sesión, se ofreció un método preciso para colocar el tablero y piezas en posición inicial sin margen de error, quedando todo preparado para la segunda clase.

Segunda sesión: mates básicos y ahogados

La segunda sesión abrió con un repaso rápido de todo lo visto en la clase anterior, los alumnos tuvieron una activa participación y aprovechamos para resolver todas las posibles dudas, seguidamente pasamos al estudio de los mates básicos ofreciendo métodos eficaces para imponer la ventaja con el bando fuerte y cómo ofrecer la mayor resistencia con el bando débil. Los primeros pasos en ajedrez es bueno hacerlo con pocas piezas, en esta fase somos bebés que estamos pasando de gatear a la compleja maniobra de andar y como ya saben, la maniobra lleva cierto tiempo.

En este momento es oportuno hablar de la presión que genera hablar de resultados y olvidarse del proceso creativo cuando debería ser justamente al contrario. Realzar la fase del proceso de creación y trabajar el resultado como una consecuencia de la elaboración, es la materia prima para en último término conseguir resultados favorables (al referirnos a este tema sembramos las semillas de lo que más tarde se repetirá hasta el final, lo importante es participar con intención).

El primer mate a estudiar fue el de dama y rey contra rey, en primer lugar es bueno saber dónde se puede dar mate, así como conocer los posibles ahogados (empates) que pueden existir, ofreciendo ejemplos y solicitando colaboración para inventar sobre la marcha diferentes tipos de mates y ahogados (estímulo al lado creativo). La siguiente parte es ofrecer un método fiable (casi mecánico) que nos permita imponer la ventaja material, una vez comprendidos los diferentes mecanismos pasamos a la práctica sobre tablero con diferentes ejercicios, al mismo tiempo la práctica nos sirvió para hacernos conscientes de las dificultades reales que tiene el cerebro para romper la tendencia en cualquiera de sus términos (favorable o desfavorable) por ejemplo, el ajedrez enseña que los errores llegan a pares y que si hay un jaque (aviso), puede llegar el jaque mate.

Comenzar el estudio de finales básicos con el de dama y rey contra rey, nos pone en contacto con multitud de escenarios diferentes que aceleran el proceso de aprendizaje de forma eficiente, entre ellos, coordina a la perfección hasta dónde puede llegar el trabajo individual (en este caso jugar solamente con la dama) y la ventaja de trabajar en equipo (rey y dama) para conseguir un objetivo (dar jaque mate). El entrenamiento de éste final nos ofrece enriquecer nuestra preparación con los famosos conceptos de jaque, jaque mate y ahogado que tantos problemas genera en la primera toma de contacto. Para completar, se explicaron los diferentes tipos de empates que se contemplan en el reglamento oficial del ajedrez.

El mate básico de dos torres y rey contra rey, resultó coser y cantar, aun así solicitamos voluntarios y resolvimos escenarios que de inicio ofrecían cierta descoordinación de fuerzas para el bando fuerte lo que permitía al rey débil ofrecer cierta resistencia.

El mate de torre y rey contra rey fue la gran prueba, un mate algo más laborioso que los anteriores ya que obliga a coordinar diversas herramientas de acción sobre el rey débil. En este momento hubo algunos alumnos que directamente se rindieron antes de comenzar, no se veían capaces de sacar adelante la prueba, sin embargo, una vez más ellos fueron el ejemplo vivo de cómo se comporta nuestro cerebro frente a nuevos desafíos. A veces olvidamos por completo que nosotros (nuestro lado consciente) somos los jefes del negocio, el capitán de nuestra nave, los responsables de nuestros propios aciertos y errores. Efectivamente el cuerpo y la mente están al servicio de nuestra parte consciente (y no al contrario) y siempre van a estar de acuerdo con nuestra decisión consciente,  de ese modo, si nos decimos a nosotros mismos este problema es difícil, no podré resolverlo, nuestra mente automáticamente dirá «de acuerdo», es imposible conseguirlo, es demasiado tedioso, en definitiva se ofrecen argumentos defendiendo la posición inicial del lado consciente, sin embargo, aquellos alumnos que observan la situación y dicen con determinación puedo hacerlola mente igualmente responde «de acuerdo», ¡podemos conseguirlo!, ¡vamos!.

Después de un breve silencio, sentí claramente que los alumnos hicieron “clic” y la atmosfera cambió por completo, de hecho, aquellos alumnos que se daban la oportunidad de intentarlo se quedaron asombrados de lo que ellos mismos podían lograr, con este ejemplo ya estamos dando el primer paso en el interesante campo de la reprogramación mental.

La sesión estuvo cargada de prácticas con voluntarios en el tablero mural, rodeados de escenarios virtuales creados por imágenes mentales, en unos casos como si fueran cocineros y tuvieran que preparar un selecto plato, las frases: ¡falta sal! (reyes a salto de caballo o dama y rey a salto de caballo), ¡jaque con verduras! y como dice Pepe Cuenca en chess24… ¡mate con tomate! nos ayudaron a comprender las ideas y los métodos presentarlos como herramientas divertidas accesibles a todas las edades, en otro escenario la trama discurría simulando un equipo de cirujanos operando con precisión, si acertaban las jugadas las pulsaciones eran estables en caso contrario, las pulsaciones se aceleraban y en caso de error grave, el famoso pitido era implacable, la experiencia resultó muy productiva y todos disfrutamos a lo grande.

Mi canal de ajedrez en la famosa plataforma de YouTube PacoRomeroChess, se ofreció como complemento adicional para repasar todo lo ofrecido, mi alegría fue mayúscula cuando confirmé que la gran mayoría de alumnos lo volvieron a repasar en casa y pudieron seguir practicando con la familia.

Tercera sesión: Captura al paso, enroque y aperturas básicas

Para la tercera clase reservamos varias sorpresas, la primera de ellas fue explicar la captura al paso y la segunda el enroque. Sin duda, dos medidas extraordinarias que completaban en líneas generales el reglamento básico del ajedrez. Después de numerosas preguntas y asegurarnos que la clase lo tenía claro, pasamos a la resolución de ejercicios sobre el tablero mural.

En la segunda parte de la clase se ofrecieron multitud de consejos para realizar aperturas efectivas basadas en el control o disputa del centro del tablero, frente aquellas estrategias de jugar por los flancos o bordes del campo de juego, la comparación fue la de estar en un escenario con nuestro cantante favorito haciendo de superestrella moviéndose por el centro o su propia versión de cantante tímido actuando por los bordes y alejado del público, por este motivo, los peones de la columna «d»  (dinamita) y columna «e» (español) nacieron con el sueño de triunfar a lo grande en el mismísimo centro del tablero.

Para rematar y por si fuera poco, ofrecimos anécdotas de partidas cortas (muy cortas), producto de jugar de forma incorrecta con los peones, con el rey, con la dama o con todo al mismo tiempo.

Cuarta sesión: Clase práctica con tablero y piezas

Después de tres sesiones por clase de corte teórico, alcanzamos el ecuador de la segunda semana con la posibilidad de poner en práctica todo lo aprendido. La clase se acondicionó a modo de torneo oficial, con dos áreas bien diferenciadas, sala de juego y área de recepción de jugadores.

Al recibir a los alumnos y antes de pasar a la sala de juego, se ofrecieron pautas de conducta, tanto dentro como fuera de la sala de juego. Se hicieron ejercicios específicos de control de respiración para reducir la subida emocional que la mayoría de ellos sentían en el cuerpo. Una vez que todos quedaron más tranquilos, se procedió de forma ordenada a ocupar las filas de juego destinadas a la actividad.

Al sentarse por parejas junto a los tableros, hablamos de la importancia suprema de cuidar el material de juego. “Me gustaría que todos sujetaran un peón y lo pusieran en la palma de la mano. Escuchad con atención: el peón que sostenéis tiene 10 años de vida y gracias a él hemos podido organizar cientos de torneos y talleres, ese peón guarda en su interior miles de aventuras con sus miles de aciertos y sus miles de errores  y a pesar de todo se conserva firme, fresco, deseoso siempre de jugar una nueva partida, si lo cuidamos como ya hicieron nuestros anteriores compañeros, podrá seguir sumando aventuras para conseguir al menos otras mil batallas”.

Introducción al lenguaje no verbal

«Antes y después de cada partida
es obligatorio darse la mano con nuestro compañero de juego,
al comienzo nos deseamos buena partida y a la finalización
nos damos nuevamente la mano aceptando el resultado»

El auténtico jugador de ajedrez es un cazador de inspiración y sueños (soñar despierto es como mejor se sueña). Desde que se sienta a la espera de que llegue su compañero de juego está atento a todas las señales que su propio cuerpo ofrece y las que percibe a su alrededor (atención consciente siempre activa), al recibir a su compañero de juego puede apreciar en el rostro un complejo de expresiones faciales que le dan pistas del estado emocional en que se encuentra, sin duda una situación ideal. Ahora visualicemos justo lo contrario, jugadores que llegan a jugar con prisas, se saludan sin apenas mirarse a los ojos y juegan puramente por conseguir ganar a cualquier precio, da la sensación de que todo forma parte de un círculo vicioso y realmente es así. Desde la primera acción, tenemos el magnífico poder de crear escenarios que nos permiten pasar de un círculo vicioso a un círculo virtuoso, que ayude al crecimiento de la personalidad enriquecida a cada giro con nuevas habilidades y conocimientos.

La forma de saludarse dándose la mano al comienzo de la partida, es un ofrecimiento de realizar el juego limpio y nuevamente ofrecerla al final es un manera de cerrar el acuerdo sobre el resultado. Hay diferentes versiones de ofrecer y recibir la mano, todas ellas nos transmiten información valiosa sobre la personalidad del compañero (al igual que los diferentes cruces de piernas y brazos), ofrecer la mano con la palma ligeramente inclinada hacia arriba ofrece imagen de transparencia, todo lo contrario sería ofrecer la mano con la palma hacia abajo que indica dominación o totalmente hacia arriba que indica sumisión. Tras el choque de manos es importante un pequeño apretón en señal de firmeza y seguridad. Si el gesto se realiza por encima del tablero una buena opción es hacerlo a la mitad, de esa forma ambos jugadores mantienen su espacio vital evitando al mismo tiempo cualquier sentimiento de invasión.

El respeto por nuestro rival debe ser máximo en todo momento, gracias a su presencia podemos aprender jugando. El deseo de querer ganar a cualquier precio debe ser reemplazado por el intento de encontrar y realizar buenas jugadas durante toda la partida, de nuevo hablamos de esfuerzo frente a resultadoLos errores existen y casi siempre superan la imaginación, aceptarlos, trabajar sobre ellos y utilizarlos como trampolín para seguir aprendiendo es la gran virtud de todo ajedrecista.

«El ajedrez nos enseña que para saber ganar, primero hay que saber perder»

Los alumnos comenzaron a jugar en silencio y con gran respeto hacia el material y a su compañero de juego. A medida que jugaban, se ofrecieron consejos y se animó a seguir luchando hasta agotar todas las posibilidades. La inspiración llega siempre, si estás receptivo puedes sentirla como arena de playa que se desliza entre los dedos, justo al sentir el movimiento atrapas una idea que incendia toda tu alma.

La confianza excesiva ofrecida por algunos alumnos, ayudó como ejemplo real de cómo se debe actuar cuando se nos vienen pensamientos del tipo «gano fácil, cualquier jugada gana, la partida se gana sola, ésta misma» en definitiva, nuestro cuerpo avisa de que los parámetros de confianza están subiendo sin control y la tragedia viene de camino. Muy pocos son los jugadores que logran escapar de esa corriente de pensamientos poniendo freno, para volver a conectar el interruptor que ayuda a recuperar la concentración necesaria y regresar al canal de creación.

Para finalizar la cuarta sesión, se realizó una selección de seis alumnos por clase dando preferencia a todos aquellos que además de tener conocimientos, ofrecieron una buena gestión emocional y fueron cordiales con su compañero de juego.

Torneos de ajedrez (el gran examen)

Nuestro organismo al completo genera un poderoso torrente de energía que la mayoría de ocasiones desborda nuestra parte consciente llevándonos más allá de nuestro control. Con el ajedrez se trabaja el punto medio energético, sentir ese puntito de tensión y saber gestionarlo es nuestro objetivo para aplicarlo en cualquier actividad de nuestra vida diaria. Los alumnos por su parte, confirmaban lo expuesto argumentando que ellos mismos sentían como esa energía crecía casi siempre cuando se acercan los exámenes o pruebas de cualquier tipo, la mala gestión de la energía se traduce por ejemplo en bloqueos mentales y físicos, se disparan las pulsaciones, etc. en definitiva estamos hablando de alarmas que se corresponden con indicadores naturales de energía mal gestionada.

Sentir al comienzo de cualquier actividad cierto grado de nerviosismo o tensión, es señal inequívoca de que no solamente la actividad nos importa, sino que también disponemos de una energía extra para conseguir nuestros objetivos. Todos los artistas famosos y deportistas de élite sienten lo mismo, la diferencia está en que ellos saben cómo manejar la situación y el resto de mortales desconocen las ventajas de sentir como se incorpora la energía de manera efectiva a nuestras estructuras internas. Una manera práctica de incorporar la energía de forma amistosa es decirse de corazón, con auténtica y sincera confianza en uno mismo «¡qué bien que ya siento el pellizco!, tranquilo todo saldrá bien» y a continuación dejarse llevar, os aseguro la experiencia será única y se conocerá de primera mano el significado de fluir (flow).

Para completar, ofrecí la experiencia que tuve en la partida de la primera ronda del torneo Iberoamericano celebrado en Linares edición del año 2014, contra el Gran Maestro y campeón de México Manuel León Hoyos. En aquella partida de camino al torneo mi coche sufrió una grave avería mecánica y conseguí (de milagro) llegar a la partida rozando el límite máximo permitido para entrar en la sala de juego. Tras saludar a mi oponente, me encontraba hiperactivo por todo lo sucedido, entonces me dije a mí mismo que no haría la jugada inicial hasta que consiguiera tranquilizarme, rebajar el grado de agitación mental al mínimo posible y por supuesto, centrarme en lo que tenía delante (el ahora), darme la posibilidad de jugar una partida fantástica contra el Gran Maestro León Hoyos era una oportunidad que no podía dejar escapar. Bebí agua fresca y me concentré en la respiración, sentí como después de un rato poco a poco todo volvía a estar bajo control. Después de unos diez minutos realicé la primera jugada ante el asombro de Manuel que parecía totalmente desconcertado ante mi reserva por realizar la primera jugada. Con el paso de los años, confirmas que la mayoría de veces el adversario está dentro de ti y es justo en tu interior donde tienen lugar las mayores batallas, si las gestionas bien es un triunfo en toda regla y eso inevitablemente tendrá una consecuencia en el exterior. Tras un breve silencio algunos alumnos preguntaron por el resultado de la partida, a lo que respondí: «tuve una buena gestión de mi propia energía de principio a fin, disfrute de cada jugada hasta que finalmente conseguí la victoria».

Como se comentó en la presentación del artículo, los últimos días de la segunda semana de  trabajo en CEIP Antonio Machado estaban reservados para la celebración de dos torneos en diferentes categorías. El primer torneo en celebrarse correspondió a los cursos de cuarto a sexto de primaria y la selección de alumnos de primero a tercero jugó al día siguiente. En ambos torneos, se ofreció una atmósfera similar al de los torneos importantes, con aplicación del reglamento oficial.

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Las dos semanas pasaron volando y realmente nos quedamos con ganas de más, en cualquier caso, el ajedrez seguirá presente en el colegio Antonio Machado, ya que tenemos la fortuna inmensa de que el próximo curso se ofrecerá el ajedrez como actividad extraescolar en horario de lunes y miércoles de 17:00 a 18:00 por un precio mensual de 20,00 euros, todos aquellos alumnos que realicen la preinscripción en junio podrán comenzar el 18 de septiembre, disfrutando de varias clases a coste cero.

Agradecimientos:

Damos las gracias a todo el equipo del Colegio Antonio Machado por la oportunidad de organizar los talleres en el formato de cuatro sesiones por clase haciéndolo extensivo a todo el colegio, su colaboración resultó fundamental para conseguir los objetivos marcados y por supuesto, agradecemos a la totalidad de alumnos su buena disposición y sus ganas insaciables por aprender de principio a fin, cada día sentí formar parte de una gran familia.

Seguiremos trabajando en la promoción del ajedrez como herramienta para elevar la calidad de nuestras acciones en vida, mejorando el método con teoría y práctica (mucha práctica) con el firme propósito de ayudar a los alumnos a darse la oportunidad de apostar y creer en sus posibilidades para poder descubrir al noble campeón que todos y cada uno de nosotros llevamos dentro.

Personalmente he disfrutado a lo grande de cada momento, desde la preparación previa de la actividad hasta el último párrafo del presente artículo, pero sin duda, el mejor momento llega ahora al sentir de nuevo que tenemos amplio margen para seguir mejorando y en eso estamos, apostando fuerte por seguir creciendo. Nos quedan muchísimas aventuras por descubrir y es mi deseo seguir disfrutando en cada una de ellas ¿te apuntas?

Paco Romero
Monitor en la Escuela de Ajedrez
Paco Romero Chess en Marbella

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